- Área: 400 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Bebete Viégas, Nelson Kon
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Diseñar un hogar presupone comprometerse a proteger una relación familiar. Atmósfera de la infancia, el viaje de la vida y establecer escalas de medida del mundo. Al mismo tiempo, entendemos el proyecto como un ensayo, una posibilidad de muchas otras construcciones. Esto, en particular, busca reforzar la caminata, el paseo, como una forma de percibir el lugar. Tiempos que conviven. El deseo de una casa en la que "ese cruce duró solo un enorme instante (Guimarães Rosa)".
El gran terreno, de esquina, ya poseía arborización densa frente a la vía de acceso, donde había un claro. La implantación aprovecha esta área libre, busca proteger a los residentes del ruido de la calle y se abre al pequeño bosque. El reto es construir la planta, ampliando sus cualidades.
La construcción, en corte, fue diseñada para adaptarse a la geografía, un territorio de São Paulo con pequeñas colinas. El desarrollo, en planta, permite la integración entre los espacios interiores y exteriores, que se alternan, se pliegan y se completan con agua, fuego y vegetación. Cuatro niveles construidos a partir de tres muros de contención paralelos organizan el paisaje.
El techo plano es un jardín que casi toca la parte superior del sitio, lo que facilita el acceso con una extensión de 45 metros. La estructura de hormigón alberga todo el programa a medida que el terreno se mueve, creando plantas de diferentes alturas.
La entrada se realiza por la parte inferior del sitio, a la sombra del volumen de los dormitorios, una estructura metálica que cuelga del techo de concreto. Una casa en rampas, como las de Artigas, que permite la continuidad de las circulaciones. La primera sección, que se encuentra como un puente sobre el agua, conduce a la sala de estar y la cocina. En la segunda sección, la rampa, ahora metálica, establece la conexión con las habitaciones y la biblioteca. Una ligera inflexión en el volumen garantiza una mejor luz natural y protección para estas habitaciones.
En contraste con la cara ciega que da hacia la calle, un balcón asegura la sombra por la tarde. De esta manera, se completa un camino, como un dibujo continuo, que conecta todos los espacios, subiendo y bajando la pendiente, sin determinar si nos estamos enterrando o sumergiendo.